miércoles, 25 de noviembre de 2015

Participación Ciudadana y Desarrollo Local





La participación ciudadana directa es un factor esencial para que los espacios locales se conviertan en un nuevo status de desarrollo social y humano, por lo que se hace relevante identificar cuales son los requisitos básicos con los que se debe contar como sociedad para avanzar en esta dirección, la Participación Social activa. En este sentido es necesario contar con voluntades personales y con institucionalidades establecidas que faciliten dicha participación.

En tal sentido el presente ensayo trata de demostrar que un factor primordial para el desarrollo local es la participación ciudadana como gestor de ciudadanía y promoción de capacidades, con un enfoque territorial.

En esta lógica es que la iniciativa de desarrollar una actividad donde, "mediante el trabajo en común de maestros y discípulos", se debata, discuta y se adiestre a los participantes en los conceptos y herramientas existentes que apunten a conseguir un DESARROLLO LOCAL PARTICIPATIVO.


A todas estas, la participación ciudadana es un concepto determinado históricamente, pero también se ve afectado por diferentes corrientes de pensamiento[3]. Por estas razones, para poder explicar la evolución de la participación ciudadana en nuestro país, es necesario, además de hacer un recuento histórico de sus momentos clave, revisar el desarrollo teórico por el que ha pasado este concepto. Este repaso servirá para identificar cuáles fueron las corrientes ideológicas que le han dado fundamento y legitimidad a la participación.

En las últimas dos décadas se ha afianzado el proceso de democratización en la mayor parte del mundo. Si bien algunos países aún siguen en el proceso de la transición o apenas están aprendiendo a vivir bajo el nuevo régimen, otras naciones ya se han topado con ciertos límites y con los retos que la democracia representativa conlleva. Al mismo tiempo, las sociedades, y de manera paralela, la democracia están en constante evolución, lo cual implica una continua redefinición de las necesidades y demandas de los ciudadanos. Entre más exigente sea la ciudadanía, más amplias serán sus expectativas y demandas respecto de la democracia. Si antes la sociedad sólo exigía que su voto contara, ahora se demandan "bienes" asociados con la llamada democracia sustantiva, tales como el bienestar social y una mayor influencia en la definición de las políticas públicas.

La democracia siempre se ha asociado con participación ciudadana. No obstante, el tema cobró importancia cuando, a pesar de contar con un sistema democrático, las sociedades de algunos países no se sentían satisfechas con las consecuencias negativas que la democracia podía presentar, lo que provocó una crisis de satisfacción y desilusión de este sistema de gobierno.

Para Iván Escobar, entre las causas de esta crisis se pueden mencionar: el incumplimiento por parte del gobierno de los principios de igualdad y libertad; el desprestigio de la clase política causada por la imposición de intereses personales o de grupo; el aumento de congresos desvinculados de la ciudadanía que los eligió; la existencia de grupos oligárquicos; la falta de representatividad de los partidos políticos; el dominio total de la vida política por parte de partidos políticos cerrados y que no practican la democracia interna; el predominio de la política mercadotécnica y un Estado debilitado ante los efectos de la globalización.

Para dar respuesta al creciente descontento resultante de esta crisis, se introdujo el concepto de democracia ampliada o democracia de ciudadanía, el cual no sólo implica la participación de la sociedad a través del voto, sino que introduce otros derechos y una nueva relación entre los ciudadanos y el gobierno.

Por ejemplo, de acuerdo con Kofi Annan, Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), "la democratización verdadera es algo más que las elecciones", es decir que las elecciones por si mismas no garantizan la democracia, sino que son parte de un proceso más amplio. Es por esto que en 1999 la ONU, a través de su Comisión de Derechos Humanos, publicó su lista de derechos democráticos, entre los cuales está el derecho al voto, pero también el derecho a recibir y difundir información, el derecho a la participación política, y el derecho a tener un gobierno transparente, entre otros.

Desde otra perspectiva, más amplia que la anterior, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) establece en su Informe sobre la democracia en América Latina 2004 el concepto de ciudadanía integral, el cual implica que los ciudadanos puedan ejercer sin límites sus derechos civiles, sociales y políticos[6]. Un régimen que asegure estos tres tipos de derechos a su sociedad, ya no es una democracia electoral, sino una democracia de ciudadanía.


En cuanto al desarrollo local, por él se entiende un sistema productivo local, que incluye entre otros elementos, el conjunto de relaciones y eslabonamientos productivos y comerciales relevantes para explicar la eficiencia productiva y competitividad de la base económica de un determinado territorio, no tiene porqué coincidir con las fronteras o delimitaciones administrativas de un municipio o provincia. Desarrollo local no es sólo desarrollo endógeno. Muchas iniciativas de desarrollo local se basan también en el aprovechamiento de oportunidades de dinamismo exógeno. Lo importante es saber "endogeneizar" dichas oportunidades externas dentro de una estrategia de desarrollo decidida localmente.

El desarrollo local es un enfoque territorial y de "abajo-arriba" , pero debe buscar también intervenciones de los restantes niveles decisionales del Estado (provincia, región y nivel central) que faciliten el logro de los objetivos de la estrategia de desarrollo local. Se precisa, pues, de una eficiente coordinación de los diferentes niveles territoriales de las administraciones públicas y de un contexto integrado coherente de las diferentes políticas de desarrollo entre esos niveles. Las decisiones de "arriba-abajo" son también importantes para el enfoque del desarrollo local.

Asimismo, hay que añadir que el desarrollo local no se limita exclusivamente al desarrollo económico local. Se trata de un enfoque integrado en el cual deben considerarse igualmente los aspectos ambientales, culturales, sociales, institucionales y de desarrollo humano del ámbito territorial respectivo.

Es una convicción personal el creer que es posible ejercer una democracia participativa con una sociedad comprometida con su desarrollo, es decir, una comunidad responsable para informarse, opinar y ser protagonista del avance propio y del de la nación entera. Este cambio de enfoque, ya no centrado en la simple representación, es el principio fundamental de quienes llevamos adelante esta iniciativa.

En este aspecto, la definición de desarrollo territorial se posa sobre lo geográfico, apareciendo la caracterización de los niveles. En este aspecto, el espacio meso es aquel donde los actores se relacionan cara a cara, el Estado y los actores sociales negocian las necesarias políticas de apoyo e impulsan la formación social de estructuras. Se diferencia del contexto macro que presiona a las empresas para que mejoren su perfomance y el nivel micro, los programas o acciones que procuran eficiencia, dirigidos a poblaciones objetivo. Lo local coincidiría con el espacio meso, siendo así el lugar de encuentro de actores diversos, un espacio de articulación de intereses y proyectos comunes.

A todas estas, defino lo local desde la hipótesis de lo que denomino "gobierno de lo local", que resulta de una combinación todavía no conocida de congestión entre gobierno formal local y comunidad. Parto de la premisa que en todo "local" hay una forma estatal (y por ende gobierno formal), esto es, no hay un local debajo de un nivel mínimo de gobierno descentralizado y en todo local hay una forma social (y por ende una comunidad organizada) que se articulan y producen un "gobierno de lo local". Con esta definición alcanzo como locales a diversas situaciones que son algo más que el gobierno municipal (o que cualquier otro nivel descentralizado de gobierno), por que incluyo a la sociedad.

Aunque en su versión simplificada el concepto arrastre siempre hacia la imagen de un municipio o de una localidad bien definida en lo físico, y en el extremo, a un municipio que es localidad o una localidad que es municipio, lo local no puede quedar necesariamente enmarcado en una localidad. Por el contrario puede tratarse de un espacio dentro de la localidad o bien un área microregional que integra a varias localidades.

En un aspecto puntual, cuando analizamos la combinación de ciudadania y participación como iniciativas locales de grupos sociales presentes en una determinada zona geográfica, que propendan a la expansión de capacidades y favorezcan el despliegue de las potencialidades del ser humano, se está ante una proyección directa del Desarrollo Local Participativo (DLP), que no es más que las iniciativas locales de grupos sociales presentes en una determinada zona geográfica, que propendan a la expansión de capacidades y favorezcan el despliegue de las potencialidades del ser humano. En este sentido, el DLP, apoya la ejecución de iniciativas de grupos sociales, sobre una amplia coordinación interinstitucional, en el marco de la participación ciudadana como política de los gobiernos democráticos y manejando con un enfoque de sostenibilidad, la diversidad de recursos naturales existentes.

Estas iniciativas deberán ser identificadas y priorizadas dentro de un proceso de concertación y diálogo liderado por las organizaciones de base de activa participación política, económica y social. Queremos poner énfasis en que no solo se trata de la ejecución de proyectos con un enfoque local o micro, sino también la conceptualizació n estratégica de proyectos de importancia regional y nacional.

En el DLP es un proceso de concertación y diálogo, participan miembros de los grupos sociales, instituciones del Estado, sociedad civil y sector privado. El apoyo a iniciativas locales se sustenta en la existencia de pueblos con identidad y cultura, que poseen un conjunto de conocimientos y habilidades relevantes para el desarrollo local y la sostenibilidad de sus espacios. Apoyar el DLP, o dicho de otro modo, apoyar y potenciar iniciativas locales, debe contribuir además a mitigar actividades productivas y de servicios no sostenibles.

El DLP es el apoyo a iniciativas locales, que busca con la participación activa del poblador local, facilitar su auto desarrollo, lograr su autonomía y libertad. En este sentido, el desafío mayor es diseñar estrategias coherentes, entregando beneficio neto a través de aportes y ejecución de proyectos en el mediano y largo plazo, creando capacidad de gestión local. El DLP, no busca aplicar recetas ni plantillas comunes para encontrar y resolver los problemas existentes. La idea es respetar, las identidades culturales, sociales, económicas y ambientales, diferenciando lo que es la asistencia y buscando libertad e integridad en las acciones; es decir, fomentando el autodesarrollo. La estrategia del DLP se orienta a conseguir una acción colectiva, de tal modo que la población local mejore sus condiciones de vida, con ética, inteligencia y eficacia.


En el marco de lo anterior, existen elementos primordiales que se tiene que fortalecer y poner en práctica en un proceso de desarrollo local donde van a determinar, a fin de cuentas, el modelo de gestión del desarrollo que será conducido por la municipalidad y la sociedad civil. Hay por lo menos cuatro elementos claves para asegurar la gestión participativa de desarrollo local:

1. El liderazgo del proceso (en este caso la municipalidad y líderes de base) debe tener un objetivo político claro y debe ser capaz de transmitirlo a la población.

2. Es necesario determinar las herramientas a ser utilizadas en el proceso. Por ejemplo la concertación de actores, en tanto permite articular esfuerzos y construir alianzas; o en el caso del presupuesto participativo, que define un " espacio", un mecanismo institucional para la decisión de la población sobre el gasto público. En ambos casos se abren canales de participación ciudadana que se van institucionalizando a partir de espacios públicos donde se discute y construyen consensos.

3. Las instancias de decisión deben ser claras, así como los roles de cada actor en el proceso, de manera tal que los actores puedan determinar qué es negociable y qué no.

Los instrumentos de una gestión participativa apuntan importantes del desarrollo local: el fortalecimiento de las capacidades de gestión de la municipalidad; y el fortalecimiento de las competencias de los actores locales, convirtiéndose en interlocutores con poder y legitimidad ante el gobierno.


Finalmente, se hace necesario, desde el plano de la participación ciudadana y el desarrollo local, buscar un perfil de pertenencia y participación de los ciudadanos en una comunidad. La pertenencia implica una identidad compartida y una convicción subjetiva del derecho a intervenir en la determinación de las condiciones de su propio desarrollo. Sin embargo, la ciudadanía en un país como el Perú no viene con la partida de nacimiento. Depende de ciertas condiciones materiales y sociales que la mayoría de sus habitantes, pobres y marginados del "mercado", no posee.

Otro componente importante de la ciudadanía es el de la representación, segundo requisito para la concertación. La democratización de la sociedad peruana puede verse no sólo (y no tanto) en el reconocimiento formal de la igualdad ante la ley sino en el aumento de la capacidad asociativa de los miembros de la sociedad. Esto nos lleva al tema de la organización, y de cuáles son sus niveles de representación hoy en día. Una de las características de los sectores populares en nuestro país es su capacidad de organización mostrada durante décadas. El movimiento popular se construyó a partir de estas organizaciones que se nuclearon en torno a las necesidades básicas de las poblaciones pobres. La organización de los setenta se daba en torno a un agrupamiento territorial, y se denominaba organización vecinal (dado que representaba a un grupo de vecinos ante las autoridades) . A medida que la ciudad se ha desarrollado, se han multiplicado y diversificado las necesidades e intereses de los habitantes. En sus inicios, la organización vecinal era capaz de aglutinar las demandas de los pobladores que giraban en torno a las necesidades básicas. En la actualidad, los intereses de los productores, comerciantes, padres de familia, mujeres, jóvenes y niños no se orientan en una misma dirección, y las asociaciones existentes no han logrado canalizar sus expectativas. En conclusión el tejido social se ha hecho más denso y la representación social ha visto seriamente afectada porque no se ha adecuado a esa "densidad".

Por tanto, los procesos democráticos y de participación para el desarrollo local requieren de tres condiciones básicas para ser exitosos: que existan ciudadanos, que existan organizaciones y que existan instituciones. Es más: a la vez que son condiciones, estos procesos contribuyen a generar ciudadanía, a fortalecer el tejido social y a crear instituciones. Se trata entonces de procesos sistémicos: cuando el sistema funciona (es decir resuelve los problemas de la comunidad), se logra que las personas crean en él. La participación en el proceso de planificación del desarrollo local debe estar articulada a la institucionalización de las prácticas democráticas de la sociedad civil. Las organizaciones más tradicionales van adquiriendo una nueva dinámica y se van generando otros espacios organizativos en función los nuevos intereses de los diferentes grupos existentes.

El espacio local no tiene sentido sin el espacio mayor con el que se articula. Las condiciones básicas para una gestión local participativa y democrática, dependen del espacio mayor para lograr ser sostenibles en el tiempo. Si bien esto es cierto, también lo es que cada vez más ciertos procesos participativos a nivel local están contribuyendo con fuerza a cambiar procesos nacionales. Cada vez más gobiernos locales entienden que una gestión participativa les otorga mayor legitimidad y hace más eficiente la gobernabilidad local.


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